La mayoría de las muertes laborales de bomberos se puede evitar

NUEVA YORK (Reuters Health) – La enfermedad cardíaca causa el 45 por ciento de las muertes laborales de los bomberos, pero un estudio indica que la mayoría se puede prevenir.

El equipo del doctor Stefanos N. Kales, de Cambridge Health Alliance, en la Escuela de Medicina de Harvard, halló que entre bomberos que sufrieron un infarto u otra cardiopatía coronaria (CHD, por su sigla en inglés) en el trabajo, aquellos con un diagnóstico previo de enfermedad cardíaca eran cuatro veces más propensos a morir.

Fumar y tener presión alta cuadruplicaban independientemente el riesgo de morir.

"Algunos médicos autorizan a estos pacientes cardíacos a retomar la actividad laboral como si trabajaran en una oficina", dijo Kales a Reuters Health.

Y algunas autoridades, según Kales, opinan que no es problema que los bomberos tengan presión de 160 o 180 y más de 100, mientras que la presión óptima para la población general es de 130/85 o menos.

"Esas políticas anticuadas para los bomberos sólo impiden alcanzar los objetivos adecuados de presión sanguínea al enviarles a pacientes y médicos un mensaje equivocado", sentenció el autor.

El equipo dirigido por Kales utilizó datos nacionales y de Massachusetts para comparar registros de bomberos que habían muerto dentro de las 24 horas de haber sufrido un infarto en el trabajo con los de bomberos que habían sobrevivido a CHD y recibían una pensión por discapacidad.

El estudio se limitó a hombres, dado que son pocas las mujeres que luchan contra incendios.

Los autores observaron que fumar, tener hipertensión y sufrir alguna cardiopatía cuadruplicaba independientemente las probabilidades de morir por CHD.

"La detección y el control de la hipertensión, la promoción de la cesación tabáquica e impedir que la mayoría de los bomberos con CHD grave no participe en operaciones riesgosas reduciría la mortalidad en servicio", concluyó el equipo en American Journal of Cardiology.

Muchos aspectos del trabajo de un bombero son dañinos para la salud cardíaca, indicó Kales, como la exposición crónica al ruido, el trabajo por turnos y la falta de ejercicio aeróbico regular.

"Los bomberos tienen períodos prolongados de relativa inactividad con períodos impredecibles y estresantes de acción con riesgo de vida", señaló el experto.

Por este motivo, dijo Kales, los bomberos son entre 10 y 100 veces más propensos a sufrir CHD durante un incendio cuando hacen tareas sin emergencias.

"Del mismo modo, la respuesta a una señal de alarma, que eleva el ritmo cardíaco a través de una respuesta de lucha o retirada, genera un riesgo de CHD laboral de entre tres y 15 veces mayor que cuando se realizan tareas sin emergencias", agregó el autor.

Según Kales, la mayoría de los cuarteles de bomberos no le exige a su personal que se realice exámenes físicos o que haga entrenamiento físico luego de ingresar al servicio.

"Esto está cambiando gradualmente, dado que la lucha contra incendios está mostrando cada vez más el riesgo cardiovascular que produce", finalizó el investigador.

 

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