Grupos eficaces

Para diversos autores especialistas en dinámicas de grupos, en general, el grupo eficaz:

  • se nutre de la diversidad y heterogeneidad de las personas que lo integran
  • sus miembros se relacionan e interactúan convenientemente, con la frecuencia necesaria
  • tiene una comunicación fluida, libre y espontánea, que fomenta el diálogo, la escucha y el conocimiento de los diferentes puntos de vista
  • trabaja para alcanzar objetivos comunes, formulados con claridad, con la participación e implicación de todos
  • establece normas de funcionamiento claras y razonables, que son conocidas y aplicadas
  • sus miembros conocen, comprenden y aceptan las tareas del grupo
  • realizan de forma colectiva las tareas que conducen al objetivo para el que fuera creado, trabajando unidos cuando es preciso
  • sus relaciones e interacciones parten de la confianza mutua
  • aprovecha la delegación y el reparto de esfuerzos, contribuyendo a que todos se sientan involucrados en el proyecto
  • tiene procedimientos claros, pero flexibles, que le ayudan a alcanzar los objetivos
  • tiene un liderazgo distribuido, en el que todos pueden participar e intervenir de algún modo
  • las discrepancias, diferencias y desacuerdos se pueden manifestar de forma amistosa, sin hostilidad
  • busca el consenso en la mayoría de las decisiones que toma, evitando la polarización de bandos
  • las actividades y resultados de sus miembros son objeto de valoración, reconocimiento y aprecio
  • la moral y motivación de los miembros es alta

  • genera un clima que atenúa posibles coerciones, tensión, temor, timidez, inhibición; trabaja en una atmósfera relajada e informal
  • auna el bienestar de sus miembros y el del grupo en su conjunto
  • tiene un alto grado de participación por parte de todos sus miembros
  • fomenta la cooperación sobre la competición, al tiempo que aprovecha también los efectos positivos que para el grupo puede tener una competición sana y razonable
  • aprovecha la potenciación, la complementariedad y la sinergia del grupo
  • realiza una evaluación permanente de su evolución y logro de objetivos
  • recibe y comparte información fluida, precisa y suficiente, sobre los aspectos que atañen a su actividad
  • obtiene buenos resultados
  • amplía su formación y continúa aprendiendo
  • sus miembros se sienten parte del grupo, y manifiestan con orgullo su pertenencia al mismo

Para garantizar la eficacia del grupo, las tareas y actividades que éste realiza deben ser:

– coherentes con la razón de ser del grupo
– necesarias de cara al logro de sus objetivos
– revisadas, para analizar qué tareas faltan o sobran
– eliminadas o reducidas en lo posible, cuando se trata de tareas innecesarias, burocráticas o duplicadas
– cotejadas y comparadas con los resultados obtenidos realmente

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