Funcionarios alemanes reanudan la huelga tras el fracaso del arbitraje

Las huelgas en el sector público en el suroeste alemán continuaron ayer tras el fracaso de un intento de arbitraje que quiso poner fin a siete semanas de pulso entre sindicatos y la patronal.

La propuesta de los mediadores contemplaba establecer un horario laboral diferenciado, entre 38,5 y 40 horas semanales, y fue rechazada tanto por la patronal como por el Sindicato de Servicios Públicos (Verdi). La patronal quiere un aumento a 40 horas semanales mientras que el sindicato está empeñado en mantener las actuales 38,5 horas de trabajo.

El negociador de Verdi, Alfred Wohlfahrt, insistió ayer en que una condición indispensable para poner fin a la huelga es que los empresarios renuncien a su pretensión de fijar una semana laboral de cuarenta horas para nuevas contrataciones. Wohlfahrt, además, anunció que las huelgas continuarían con una estrategia ‘flexible’ que hará que ninguno de los municipios del suroeste alemán esté a salvo de posibles sorpresas relacionadas con la movilización laboral.

Hasta ahora, lo que más ha afectado a la población ha sido la irregular recogida de basuras y la apertura de las guarderías infantiles, ante cuyas puertas cerradas se han encontrado con frecuencia los padres de familia. Los mediadores, tras el rechazo de su propuesta, sugirieron a las partes en conflicto que iniciasen una ‘pausa de reflexión’ para poder volver a comenzar las negociaciones. Al margen de la situación del sector público en el suroeste alemán, otro grupo de profesionales, los médicos, también han mantenido las huelgas y las han ampliado a 15 centros de salud en todo el país.

Las protestas se concentran, sobre todo, en los Estados federados de Baviera, Renania del Norte-Westfalia y Baden-Württemberg, donde los médicos exigen un aumento laboral del 30% y mejores horarios de trabajo. El funcionamiento de los servicios de urgencia, sin embargo, está garantizado.

Por su parte, la ministra de Sanidad, Ulla Schmidt, criticó duramente a los médicos y dijo que satisfacer sus exigencias costaría cerca de 10.000 millones de euros y generaría un aumento de las cotizaciones de los seguros médicos.



Más horas de trabajo y menos sueldo

El acuerdo de gobierno de la gran coalición formada por democristianos y socialdemócratas y presidida por Angela Merkel incluye una polémica medida: los funcionarios deberán trabajar 18 minutos más cada día, y además sufrirán recortes en la paga extraordinaria de Navidad.

El proyecto está siendo contestado con huelgas que se iniciaron el 6 de febrero en el Estado de Baden-Württemberg, y se ha extendido durante las últimas semanas a muchas otras regiones. La agrupación sindical Verdi alega que la medida supone dos semanas más de trabajo cada año sin ninguna remuneración adicional, al tiempo que permitiría a los gobiernos regionales recortar puestos de trabajo.

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Funcionarios alemanes reanudan la huelga tras el fracaso del arbitraje

Las huelgas en el sector público en el suroeste alemán continuaron ayer tras el fracaso de un intento de arbitraje que quiso poner fin a siete semanas de pulso entre sindicatos y la patronal.
La propuesta de los mediadores contemplaba establecer un horario laboral diferenciado, entre 38,5 y 40 horas semanales, y fue rechazada tanto por la patronal como por el Sindicato de Servicios Públicos (Verdi). La patronal quiere un aumento a 40 horas semanales mientras que el sindicato está empeñado en mantener las actuales 38,5 horas de trabajo.
El negociador de Verdi, Alfred Wohlfahrt, insistió ayer en que una condición indispensable para poner fin a la huelga es que los empresarios renuncien a su pretensión de fijar una semana laboral de cuarenta horas para nuevas contrataciones. Wohlfahrt, además, anunció que las huelgas continuarían con una estrategia ‘flexible’ que hará que ninguno de los municipios del suroeste alemán esté a salvo de posibles sorpresas relacionadas con la movilización laboral.
Hasta ahora, lo que más ha afectado a la población ha sido la irregular recogida de basuras y la apertura de las guarderías infantiles, ante cuyas puertas cerradas se han encontrado con frecuencia los padres de familia. Los mediadores, tras el rechazo de su propuesta, sugirieron a las partes en conflicto que iniciasen una ‘pausa de reflexión’ para poder volver a comenzar las negociaciones. Al margen de la situación del sector público en el suroeste alemán, otro grupo de profesionales, los médicos, también han mantenido las huelgas y las han ampliado a 15 centros de salud en todo el país.
Las protestas se concentran, sobre todo, en los Estados federados de Baviera, Renania del Norte-Westfalia y Baden-Württemberg, donde los médicos exigen un aumento laboral del 30% y mejores horarios de trabajo. El funcionamiento de los servicios de urgencia, sin embargo, está garantizado.
Por su parte, la ministra de Sanidad, Ulla Schmidt, criticó duramente a los médicos y dijo que satisfacer sus exigencias costaría cerca de 10.000 millones de euros y generaría un aumento de las cotizaciones de los seguros médicos.

Más horas de trabajo y menos sueldo

El acuerdo de gobierno de la gran coalición formada por democristianos y socialdemócratas y presidida por Angela Merkel incluye una polémica medida: los funcionarios deberán trabajar 18 minutos más cada día, y además sufrirán recortes en la paga extraordinaria de Navidad.
El proyecto está siendo contestado con huelgas que se iniciaron el 6 de febrero en el Estado de Baden-Württemberg, y se ha extendido durante las últimas semanas a muchas otras regiones. La agrupación sindical Verdi alega que la medida supone dos semanas más de trabajo cada año sin ninguna remuneración adicional, al tiempo que permitiría a los gobiernos regionales recortar puestos de trabajo.

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