Empezó el IV Congreso Argentino de Salud Mental

Ayer empezó el IV Congreso Argentino de Salud Mental organizado por la Asociación Argentina de Salud Mental. El mismo se celebra en el Hotel Panamericano de Buenos Aires, hasta el sábado 13.

Con especialistas de Argentina, Brasil, España, México, Estados Unidos, el encuentro cuenta con más de 100 ponencias, mesas debate, cursos y talleres y pasa por muchos ejes temáticos como Ética en Salud, psicopedagogía, estrés, burnt out, violencia laboral, psiquiatría infantil, políticas públicas, adicciones, nuevas tecnologías, entre otros. Este Congreso logró convocar a unos 500 psicólogos, médicos, psicopedagogos, psiquiatras  y trabajadores sociales entre otros.

Los profesionales de la salud mental tratarán diversas temáticas como las disfunciones alimentarias, la violencia escolar, los temas de comportamiento y estrés en las organizaciones, los problemas de tránsito, entre otros.

En la sesión principal, Encuentro Iberoamericano sobre temas de Salud Mental. No escatimaron en críticas a la política del gobierno de la ciudad de Buenos Aires de cerrar instituciones psiquiátricas como el Borda o el Moyano.

Según palabras del Presidente de la AASM, el Dr. Eduardo Grande, “en mis 44 años de carrera nunca vi el estado de la prestación de salud como ahora en la ciudad de Buenos Aires”. Gustavo Bertran, miembro del Consejo General de Salud Mental de la ciudad de Buenos Aires, dijo que había “un 50% de los trabajadores de salud mental de los hospitales de la ciudad ad honorem", y criticó el cierre compulsivo de hospitales psiquiátricos monovalentes, el proceso de desfinanciación, la falta de apertura de camas para internación, a veces llevado a cabo por los propios médicos, concursos congelados, hospitales de día con dotaciones incompletas de personal. Dijo que esto seguirá en curso hasta reducir las prestaciones a la mínima expresión como paso previo a la privatización del sistema de salud mental.

Alguien comentó que en realidad eran un 80% del personal ad honorem, y la problemática de los nombramientos. El Dr. Grande le respondió que tampoco se puede generar una cultura de nombramientos permanentes año tras año, porque esto haría sobredimensionar los servicios y que la labor de los profesionales de la salud mental debe ir a la par de la producción y las estadísticas.

El español José Luis Pedreira, del Hospital infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, luego de las quejas de los locales, dijo que “los trabajadores públicos somos culpables de orientar los servicios a nuestros pequeños reinos, lo que nos deja con el culo al aire”. Afirmó que librar pequeñas batallas para beneficio personal, hace perder credibilidad a los empleados públicos “que nos resistimos con razonamientos sofisticados a procesos de calidad, formación y evaluación”. Y que hay que dejar de lado las pequeñas reivindicaciones profesionales porque son muy evidentes de cara a la sociedad, la gente se da cuenta y “perdemos credibilidad”.

En otra mesa, sobre las políticas públicas para pacientes con HIV/SIDA y la subjetividad de estos, profesionales del gobierno de la ciudad, comentaron la necesidad del profesional de la salud mental como “un tercero fuera de la compleja relación entre el paciente con SIDA y el médico que brinda un alivio”, según la Lic. Celina Weiner

Otra mesa, trató la inserción laboral y el tratamiento de veteranos de la guerra de Malvinas. Hay un espacio en el PAMI, donde veteranos, trabajan como agentes de salud, asistiendo a otros veteranos y sus familias.

El viernes y sábado continúa el Congreso con docenas de actividades paralelas de 8 a 22 hs. Entre otros temas, se tratarán violencia cotidiana, trabajo social en salud mental, adicciones, violencia en las escuelas, estrés post traumático, tabaquismo, trastornos alimenticios, problemáticas de género, desempleo y salud mental, problemas de aprendizaje, adolescencia, violencia laboral, desgaste de profesionales, burn out, entre otros.

 

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