El Gobierno de Ecuador deconoce la cifra real de enfermedades laborales

QUITO.Sebastián Argudo trabajó como soldador por más de 20 años. Ahora no puede realizar igual cantidad de trabajo que hace 5 años debido a que su vista está parcialmente afectada. Sebastián confiesa que, en numerosas ocasiones, durante su labor diaria no utilizaba la máscara de seguridad. “Eran sueldas pequeñas y prefería realizarlas rápido antes que tomarme el tiempo de colocarme la protección”, reconoce. Por esto, con el tiempo sufrió la quemadura parcial de sus córneas, problema que le impide ver con claridad.

Este tipo de padecimientos se estipula a nivel nacional como parte de las “Enfermedades profesionales” y según el manual de seguridad del Ministerio de Trabajo y Empleo son alteraciones de salud causadas de manera directa por el ejercicio de cierto tipo de trabajo.

Myriam Pozo, técnica de seguridad del MTE, explica que existen 4 tipos de enfermedades laborales que son las más comunes y  que se producen por falta de precauciones. Estas son: afecciones pulmonares, pérdida de la visión, hernias-desviación de la columna y sordera profesional.

Tito Palma, viceministro de Trabajo y Empleo, explica que este tipo de padecimientos constituyen un grave peligro para los trabajadores. Él indica que el sometimiento constante a ciertas situaciones hace que las personas empiecen a desarrollar enfermedades que pueden tener secuelas graves, como por ejemplo las discapacidades.

En efecto, de los 151.925 carnetizados que existen en el Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis), el 36.9% ha llegado a tener limitaciones por enfermedades que han adquirido y que surgen por el descuido personal.

Por eso Palma recalca que  existen padecimientos de los que cada trabajador debe cuidarse. Así, menciona que las afecciones pulmonares crónicas son propias de los trabajadores de la construcción, debido a que están expuestos diariamente a la inhalación de polvo y tierra, que poco a poco lastiman todo el aparato respiratorio.

El viceministro explica que muchas de estas enfermedades permanecen ocultas, porque las personas creen que no pueden reclamar asistencia e indemnización y “llegan a considerar que son gajes del oficio y que se tienen que atender ellos mismos”.

En realidad, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social tiene un departamento de salud que atiende estas enfermedades laborales e incluso existe atención e indemnización para el trabajador que padezca alguna afección por una situación profesional.

Además, el Reglamento de Seguridad y Salud de los trabajadores y mejoramiento del medio ambiente de trabajo establece sanciones, impuestas por el Ministerio de Trabajo, a las empresas que incumplan con las medidas que permitan el correcto desenvolvimiento de sus empleados.

Pero aún con la existencia de la normativa, el funcionario de la dependencia asegura que el problema se encuentra oculto en Ecuador.

Y las cifras lo comprueban. Según datos del MTE, anualmente se reciben 20 reclamos al respecto de enfermedades profesionales. Pozo explica que el número tan reducido se debe a que las personas no saben que pueden reclamar atención y subsidios en caso de sufrir alguno de estos padecimientos.

También afirma que debido a la informalidad de los contratos, los afectados no saben a quién reclamar “porque nunca han tenido afiliaciones y han trabajado con diferentes jefes todo el tiempo”.

Para las autoridades esto tiene que ver también con los escasos cuidados que tanto empleados como empleadores tienen en el tema de la seguridad laboral.

En noviembre pasado en el IESS se efectuó un congreso internacional sobre “Nuevos enfoques para las enfermedades laborales en los temas de seguridad y salud”. Allí se dio a conocer que en Ecuador 9 de cada cien mil trabajadores fallecen por accidentes laborales  y que de los 1.304 accidentes que hasta ese momento habían registrado, el 64% se producen en Guayas. Las cifras entonces evidenciaron que hace falta mayor control en el tema de la seguridad laboral, incluso partiendo por la preparación de los mismos trabajadores.

Fernando Albán, quiropráctico del Hospital del Seguro Social, señala que son precisamente los obreros y trabajadores de la construcción quienes tienen muchos problemas en su espalda, porque levantan carga todos los días.

Y debido a esta labor, apunta, los obreros con “su forma de levantar objetos desde el suelo, siempre hacen cosas incorrectas. Las personas no conocen cómo hacerlo y por eso sufren lesiones en la espalda”.

Pero también hay otras afecciones que ya se consideran como laborales de acuerdo con la opinión de Gastón Pacheco, traumatólogo de la Clínica Santa Isabel.

Y nombra entre ellas a la llamada “enfermedad de la secretaria”, que se da por la posición errónea de muchos empleados al momento de sentarse y que es causante de los dolores de espalda.

También está la tendinitis “que se da especialmente a las personas que tienen que manejar el “mouse” de la computadora o que utilizan el teclado todo el día”.

También Carolina Celi, psicóloga industrial, recalca que una enfermedad profesional común es el estrés que incluso provoca padecimientos nerviosos. “El estrés laboral, cuando afecta lo físico y lo psicológico, se reconoce como una enfermedad profesional y debe ser atendida como tal”.

 

 

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