El Banco Mundial denunció desvíos en el Plan Jefes

Por irregularidades y problemas en el Plan Jefes y Jefas de Hogar, por lo que detuvo el otorgamiento de un crédito por 350 millones de dólares.
El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, informó ayer que se descubrieron irregularidades y roblemas en el Plan Jefes y Jefas de Hogar, por lo que detuvo el otorgamiento de un crédito por 350 millones de dólares para el Gobierno Argentino, que contaba ya con la aprobación técnica de la entidad.
Wolfowitz, uno de los neoconservadores de mayor influencia en la presidencia de George W. Bush, precisó que se trata de un crédito para la conversión de ese programa en el Plan Familias y que las autoridades argentinas habrían luego expresado su voluntad de solucionar esos problemas. El crédito “de transición” detenido por Wolfowitz debía girarse al Fondo Participativo de Inversión Social, del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, que hasta la semana pasada conducía la hermana del presidente, Alicia Kirchner, actual senadora nacional.
“Cuando vemos que un proyecto tiene un problema, nuestra política es asegurarnos que ese problema sea arreglado antes de que sigamos prestando más”, argumentó Wolfowitz durante una conferencia de prensa en el National Press Club, de esta ciudad. Respondió así a una consulta sobre el cobro irregular del subsidio, de 150 pesos, por parte de muchas personas que no son beneficiarias del plan, una maniobra que respondería a redes clientelistas y a punteros políticos, corrompiendo los ejes del programa.
“La gente involucrada en estos proyectos o las compañías envueltas en este comportamiento deben ser sancionadas”, reclamó el presidente del Banco Mundial.
“Esta no es la forma de hacer negocios, nunca más”, dijo Wolfowitz ante decenas de periodistas. No descalificó las preguntas sobre los desvíos en planes sociales en la Argentina, pero lamentó que "no se escuche hablar sobre los programas que sí están funcionando", los que ejemplificó con un proyecto en marcha para ayudar a los "intocables" en la India.
Wolfowitz aludió entonces a las irregularidades detectadas en el programa argentino y en otros países. Sus críticas se combinaron así con el grupo de 10 licitaciones de Vialidad Nacional que funcionarios del Banco Mundial habían rechazado meses atrás, pero que sólo trascendió a fines de noviembre, cuando lo difundió el entonces ministro de Economía Roberto Lavagna.

Esa vez, se sospechó que había una cartelización de empresas constructoras. Pero el programa argentino al que aludió Wolfowitz ayer fue, informaron luego funcionarios del Banco Mundial a LA NACION, el financiado por el crédito para "protección social" -N° 55.483-, que el directorio debía autorizar en julio último, lo que quedó descartado, y se esperaba que al menos lo debatiera este mes, lo que también se frustró.
"La negociación para autorizar el crédito terminó hace varios meses y la gerencia del Banco recomendó aprobarlo, al igual que toda la línea, pero él [por Wolfowitz] ordenó pararlo y pidió más estudios", relató a LA NACION un alto funcionario del organismo, que pidió reserva de su nombre por la sensibilidad del caso.

"Tolerancia cero"
El director alterno por la Argentina y otros cinco países del Cono Sur, Alieto Guadagni, confirmó que el crédito estaba trabado y que había pedido una entrevista con la presidencia para requerir que fuera autorizado, pero hasta ahora no obtuvo respuesta.
"Quiero aclarar todas las dudas que él [por Wolfowitz] pueda tener acerca de este programa, que es sumamente eficaz", dijo a LA NACION.
Para el ex número dos del Pentágono, donde se erigió en uno de los ideólogos de la guerra contra Irak, la lucha contra la corrupción dentro del Banco Mundial y el "desperdicio" de los créditos por autoridades locales es una de sus "prioridades" desde que asumió la presidencia, según destacó ayer.
"Las investigaciones internas en el Banco Mundial ascendieron a 350 el año pasado, hemos habilitado líneas [telefónicas] y correos electrónicos anónimos para denuncias, desde dentro y fuera del Banco, y hemos armado listas negras de las empresas acusadas de sobornos", recordó.
Wolfowitz también detalló que dentro del Banco existía un debate sobre qué hacer con los créditos que se aplicaban en parte, pero que otro porcentaje se sabía que desaparecía. El, relató, ordenó cambiar de estrategia: "Tolerancia cero es la premisa ahora", dijo.
Así, ante la pregunta sobre la Argentina, abundó: "El dilema más difícil [para el Banco Mundial] tiene lugar cuando uno tiene un proyecto que está haciendo un buen trabajo, pero uno sabe que tiene un problema. Bueno, eso es lo que pasa. Es como que el 80% [de la aplicación del crédito] está bien, pero el otro 20% está mal", comentó.
"Creo que tenemos un dilema, pero no creo que tengamos que aceptarlo. Y debemos apuntar a un nuevo estándar [para autorizar los créditos], quizá no sea posible de la noche a la mañana, pero la gente debe entender que ésta no es la forma de hacer negocios nunca más y debe ser comprendido", anunció.

Punteros y piqueteros

Según investigaciones judiciales y periodísticas difundidas en los últimos meses, el 65% de los beneficiarios de planes sociales serían afiliados políticos o participan en protestas callejeras, lo que se combina con el hecho de que entre 200.000 y 300.000 planes de empleo se entregan a punteros, según difundieron personas cercanas a Cáritas en junio último.
El crédito paralizado tenía por destino el Ministerio de Desarrollo Social, donde el vínculo oficial es el secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano, Daniel Arroyo, quien aparece como "viceministro" en los registros oficiales del Banco Mundial. En la entidad multilateral recordaron que también la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo, que conduce Adolfo Deibe, participa en la aplicación del programa, que atiende a cerca de 1.450.000 personas en la actualidad y recibía fondos del Banco Mundial desde que se autorizó a fines enero de 2003 un crédito global por US$ 600 millones.
Pero, ahora, nuevos "consultores serán requeridos" antes de destrabar el crédito 55.483, según los registros oficiales consultados por LA NACION.
De todos modos, Wolfowitz pareció reconocer que las autoridades argentinas muestran buena voluntad para mejorar la aplicación del programa, aunque aludió a "gobiernos" en general, sin especificar a cuáles se refería.

Por Hugo Alconada Mon
Corresponsal en los EE.UU.

Preocupación

Federico Pinedo
(Pro-Capital)

"Es muy poco probable que el Banco Mundial, y en particular Wolfowitz, considere transparente que D´Elía maneje 70.000 planes a su criterio. El Gobierno tendrá que elegir: o manda a D´Elía a hacer piquetes o recibe financiación seria para políticas sociales serias"

Eduardo Macaluse
(ARI-Buenos Aires)

"Mientras no haya políticas universales en la distribución de fondos, las puertas de la corrupción, que el dinero llegue a quienes lo necesitan y no a los amigos de los punteros"

Alicia Tate
(UCR-Santa Fe)

"Es un hecho grave, sobre todo porque se trata de fondos que iban a ser destinados a paliar la pobreza y la desocupación del país. Si se tiene en cuenta que la responsable del área era Alicia Kirchner, el hecho adquiere mayor gravedad"

Alfredo Atanasof
(PJ-Buenos Aires)

"No tenemos constancia de irregularidades en este desembolso en la gestión de Duhalde y, en todo caso, quien estaba a cargo del aspecto operativo del crédito era Oscar Tangelson, actual viceministro de Economía.

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El Banco Mundial denunció desvíos en el Plan Jefes

Por irregularidades y problemas en el Plan Jefes y Jefas de Hogar, por lo que detuvo el otorgamiento de un crédito por 350 millones de dólares.
El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, informó ayer que se descubrieron irregularidades y roblemas en el Plan Jefes y Jefas de Hogar, por lo que detuvo el otorgamiento de un crédito por 350 millones de dólares para el Gobierno Argentino, que contaba ya con la aprobación técnica de la entidad.
Wolfowitz, uno de los neoconservadores de mayor influencia en la presidencia de George W. Bush, precisó que se trata de un crédito para la conversión de ese programa en el Plan Familias y que las autoridades argentinas habrían luego expresado su voluntad de solucionar esos problemas. El crédito “de transición” detenido por Wolfowitz debía girarse al Fondo Participativo de Inversión Social, del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, que hasta la semana pasada conducía la hermana del presidente, Alicia Kirchner, actual senadora nacional.
“Cuando vemos que un proyecto tiene un problema, nuestra política es asegurarnos que ese problema sea arreglado antes de que sigamos prestando más”, argumentó Wolfowitz durante una conferencia de prensa en el National Press Club, de esta ciudad. Respondió así a una consulta sobre el cobro irregular del subsidio, de 150 pesos, por parte de muchas personas que no son beneficiarias del plan, una maniobra que respondería a redes clientelistas y a punteros políticos, corrompiendo los ejes del programa.
“La gente involucrada en estos proyectos o las compañías envueltas en este comportamiento deben ser sancionadas”, reclamó el presidente del Banco Mundial.
“Esta no es la forma de hacer negocios, nunca más”, dijo Wolfowitz ante decenas de periodistas. No descalificó las preguntas sobre los desvíos en planes sociales en la Argentina, pero lamentó que "no se escuche hablar sobre los programas que sí están funcionando", los que ejemplificó con un proyecto en marcha para ayudar a los "intocables" en la India.
Wolfowitz aludió entonces a las irregularidades detectadas en el programa argentino y en otros países. Sus críticas se combinaron así con el grupo de 10 licitaciones de Vialidad Nacional que funcionarios del Banco Mundial habían rechazado meses atrás, pero que sólo trascendió a fines de noviembre, cuando lo difundió el entonces ministro de Economía Roberto Lavagna.

Esa vez, se sospechó que había una cartelización de empresas constructoras. Pero el programa argentino al que aludió Wolfowitz ayer fue, informaron luego funcionarios del Banco Mundial a LA NACION, el financiado por el crédito para "protección social" -N° 55.483-, que el directorio debía autorizar en julio último, lo que quedó descartado, y se esperaba que al menos lo debatiera este mes, lo que también se frustró.
"La negociación para autorizar el crédito terminó hace varios meses y la gerencia del Banco recomendó aprobarlo, al igual que toda la línea, pero él [por Wolfowitz] ordenó pararlo y pidió más estudios", relató a LA NACION un alto funcionario del organismo, que pidió reserva de su nombre por la sensibilidad del caso.

"Tolerancia cero"
El director alterno por la Argentina y otros cinco países del Cono Sur, Alieto Guadagni, confirmó que el crédito estaba trabado y que había pedido una entrevista con la presidencia para requerir que fuera autorizado, pero hasta ahora no obtuvo respuesta.
"Quiero aclarar todas las dudas que él [por Wolfowitz] pueda tener acerca de este programa, que es sumamente eficaz", dijo a LA NACION.
Para el ex número dos del Pentágono, donde se erigió en uno de los ideólogos de la guerra contra Irak, la lucha contra la corrupción dentro del Banco Mundial y el "desperdicio" de los créditos por autoridades locales es una de sus "prioridades" desde que asumió la presidencia, según destacó ayer.
"Las investigaciones internas en el Banco Mundial ascendieron a 350 el año pasado, hemos habilitado líneas [telefónicas] y correos electrónicos anónimos para denuncias, desde dentro y fuera del Banco, y hemos armado listas negras de las empresas acusadas de sobornos", recordó.
Wolfowitz también detalló que dentro del Banco existía un debate sobre qué hacer con los créditos que se aplicaban en parte, pero que otro porcentaje se sabía que desaparecía. El, relató, ordenó cambiar de estrategia: "Tolerancia cero es la premisa ahora", dijo.
Así, ante la pregunta sobre la Argentina, abundó: "El dilema más difícil [para el Banco Mundial] tiene lugar cuando uno tiene un proyecto que está haciendo un buen trabajo, pero uno sabe que tiene un problema. Bueno, eso es lo que pasa. Es como que el 80% [de la aplicación del crédito] está bien, pero el otro 20% está mal", comentó.
"Creo que tenemos un dilema, pero no creo que tengamos que aceptarlo. Y debemos apuntar a un nuevo estándar [para autorizar los créditos], quizá no sea posible de la noche a la mañana, pero la gente debe entender que ésta no es la forma de hacer negocios nunca más y debe ser comprendido", anunció.

Punteros y piqueteros

Según investigaciones judiciales y periodísticas difundidas en los últimos meses, el 65% de los beneficiarios de planes sociales serían afiliados políticos o participan en protestas callejeras, lo que se combina con el hecho de que entre 200.000 y 300.000 planes de empleo se entregan a punteros, según difundieron personas cercanas a Cáritas en junio último.
El crédito paralizado tenía por destino el Ministerio de Desarrollo Social, donde el vínculo oficial es el secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano, Daniel Arroyo, quien aparece como "viceministro" en los registros oficiales del Banco Mundial. En la entidad multilateral recordaron que también la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo, que conduce Adolfo Deibe, participa en la aplicación del programa, que atiende a cerca de 1.450.000 personas en la actualidad y recibía fondos del Banco Mundial desde que se autorizó a fines enero de 2003 un crédito global por US$ 600 millones.
Pero, ahora, nuevos "consultores serán requeridos" antes de destrabar el crédito 55.483, según los registros oficiales consultados por LA NACION.
De todos modos, Wolfowitz pareció reconocer que las autoridades argentinas muestran buena voluntad para mejorar la aplicación del programa, aunque aludió a "gobiernos" en general, sin especificar a cuáles se refería.

Por Hugo Alconada Mon
Corresponsal en los EE.UU.

Preocupación

Federico Pinedo
(Pro-Capital)

"Es muy poco probable que el Banco Mundial, y en particular Wolfowitz, considere transparente que D´Elía maneje 70.000 planes a su criterio. El Gobierno tendrá que elegir: o manda a D´Elía a hacer piquetes o recibe financiación seria para políticas sociales serias"

Eduardo Macaluse
(ARI-Buenos Aires)

"Mientras no haya políticas universales en la distribución de fondos, las puertas de la corrupción, que el dinero llegue a quienes lo necesitan y no a los amigos de los punteros"

Alicia Tate
(UCR-Santa Fe)

"Es un hecho grave, sobre todo porque se trata de fondos que iban a ser destinados a paliar la pobreza y la desocupación del país. Si se tiene en cuenta que la responsable del área era Alicia Kirchner, el hecho adquiere mayor gravedad"

Alfredo Atanasof
(PJ-Buenos Aires)

"No tenemos constancia de irregularidades en este desembolso en la gestión de Duhalde y, en todo caso, quien estaba a cargo del aspecto operativo del crédito era Oscar Tangelson, actual viceministro de Economía"

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