Autoridad, influencia y poder

La autoridad, la influencia y el poder son conceptos básicos para entender como los gerentes prescriben, dirigen y coordinan las actividades de los individuos y los departamentos en las organizaciones.

Autoridad
Existen dos conceptos contrarios de autoridad. El primero, que a veces recibe el nombre de concepto clásico, se refiere al derecho de dirigir las actividades de otros. Los gerentes, en virtud de su posición y responsabilidad, reciben el derecho de dirigir las actividades laborales de sus  subordinados.
El segundo concepto de autoridad, que algunas veces se llama concepto de aceptación, designa las decisiones tomadas por los empleados para cumplir las instrucciones dadas por los gerentes. De acuerdo con este punto de vista los que desempeñan papeles de subordinados imparten autoridad a las directrices de los superiores si optan por obedecerlas. Autoridad y responsabilidad en las organizaciones son dos conceptos que van de la mano.
En circunstancias normales los gerentes emiten directrices en varias formas como peticiones, instrucciones, preguntas u órdenes que parecen ajustarse bastante bien a las exigencias laborales de la situación.
Los empleados, los agentes de sindicatos y otros individuos se percatan de la conveniencia de la instrucción y obedecen. Las directrices encajan en lo que ha dado en llamarse zona de indiferencia o zona de aceptación de los empleados. Por haber sido contratados, los empleados normalmente esperan un grado apropiado de dirección y confieren una cualidad de autoridad a las directrices cuando las obedecen.

Influencia y poder

Otros dos conceptos nos ayudan a ir más allá de la autoridad, en particular del concepto clásico de ella, y explican las diferencias de respuesta ante la autoridad. Nos referimos al poder y la influencia. La influencia se manifiesta en el cambio de comportamiento de un individuo resultante de las actuaciones de otro. El poder es la capacidad de ejercer influencia. Para que haya influencia, es necesario que algún tipo de poder confiera fuerza a la autoridad.
El trabajo en las organizaciones se lleva adelante en una situación de poder e influencia. Interactúan entre si las personas dotadas de poder con diversas formas o títulos de autoridad. La misión del directivo consiste en interpretar correctamente esas realidades y reunir suficiente poder para influir en la consecución de los objetivos organizacionales.
Una concepción útil del poder indica que puede derivar de cinco fuentes: poder de premio, poder coercitivo, poder legítimo, poder de referente y poder de experto.
Los gerentes pueden tener un grado variable de estas variedades de poder en varias situaciones.
Un profesor de la Stanford University, Jeffrey Pfeffer, realizó una investigación muy original. Sintetizó y formuló teorías sobre como la gente adquiere poder en las organizaciones. Su explicación de diversos aspectos de la obtención del poder puede resumirse en los siguientes términos:

1.    Da poder tener algo que los otros quieren y que depende de usted o de su departamento. El poder sobre los demás crece al adquirir dinero ú otros recursos, al tener exceso de recursos y al controlar el acceso de los otros a lo que uno tiene.

2.    El hecho de contar con información que reduzca la incertidumbre o que ayude de alguna otra manera a los demás a afrontar las dificultades fortalece el poder de uno y de su departamento en relación con esas personas.

3.    Hacerse útil y acercarse lo más posible a ser irreemplazable intensifica el poder que uno tenga sobre la organización

4.    Poder influir en alguna parte del proceso de la decisión (definición del problema, generación y ponderación de opciones, selección de alguna de ellas) puede acrecentar el poder de influir en la decisión

5.    Lograr un consenso con otros puede ayudar a nuestro grupo a exponer y hacer presión para obtener su resultado favorito en la lucha política respecto a algunos asuntos de la organización. Las coaliciones basadas en el consenso ofrecen ventajas sobre la oposición no organizada. Cuando los bolcheviques se adueñaron del poder durante la Revolución rusa, eran menos del 10% de los participantes pero tenían una organización férrea, “un martillo en manos de un líder” según palabras del propio Lenin.

6.    Ocupar un lugar central en las redes de comunicación y poseer el arte de la comunicación persuasiva fortalece el poder.

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